

El Convento de San Luis es fruto de una promesa de la reina Isabel I, quién visitó por capricho La Zubia que estaba todavía bajo dominio musulmán. Durante la batalla entre musulmanes y cristianos, la reina había suplicado a San Luis que concediera la victoria a su ejército. A cambio, ella había mandado la edificación de un convento dedicado al santo en el pueblo. Tras su construcción en el año 1500, el convento se convirtió en un gran centro espiritual en la Granada del momento. Actualmente sólo conservamos de éste restos de un claustro, columnas y elementos repartidos por las diferentes huertas, al igual que la fachada de la iglesia, en la que se pueden apreciar aún los símbolos e iniciales de los Reyes Católicos y el escudo que posteriormente incluiría Felipe II.
Dicho convento cayó en ruina. Tras la visita de la reina Isabel II, ésta le regaló la huerta al arzobispo de Granada, que mandó construir sobre sus restos un Palacio Arzobispal. Testigo del mismo nos queda una gran arcada en un lateral, el pórtico de entrada donde consta la fecha de finalización del mismo (1884) y, sobre todo, destaca por su grandeza la gran escalera interior.
Cabe destacar del recinto, el paseo y los jardines, donde se encuentra el mirador decimonónico, que se construyó con motivo de la visita de la reina.




