De nuevo, aclarando conceptos… qué es el patrimonio Cultural y Natural. Hay que reconocer que aunque a veces la diferenciación entre ambos conceptos es arbitraria, se suele considerar dentro del patrimonio cultural al conjunto de elementos creados por la sociedad, mientras que al patrimonio natural es aquel cuya existencia o rasgos esenciales son independientes de dicha intervención humana.
Pero debido al fuerte grado de humanización de nuestro entorno natural, de un lado por la aparición potente de vestigios arqueológicos o históricos en su contexto natural original, y de otro por la gran cantidad de paisajes culturales producidos en la zona a lo largo del tiempo, unido a la existencia también de una zona natural estrictamente delimitada como es el parque natural o nacional, o la propia existencia de una Reserva de la biosfera… han hecho que convierta esta categoría en una especie de cajón de sastre para permitir conocer a través de distintos elementos patrimoniales entornos naturales protagonistas del pueblo, ya sean en su montaña, su vega o su casco urbano.
Para el caso de la Zubia, de nuevo tenemos la suerte de encontrar muchos de estos vestigios culturales y naturales que sin duda merecen también estar en nuestra lista patrimonial. Nuestra ubicación privilegiada entre la vega de Granada y Sierra Nevada ha ayudado sin duda, a generar un rico patrimonio natural fundamental para entender la idiosincrasia de nuestra gente, nuestro carácter, y que condiciona sin duda nuestra manera de vivir, de sentir y de ser.
Todo esto unido al hecho de una temprana ocupación de la zona por el hombre, nos va a permitir multitud de opciones para este apartado. Las Picas las destinaremos al conocimiento de nuestro Patrimonio Cultural/Natural.



As de Picas: LA ENCINA de La Zubia, que da nombre al parque más céntrico e importante del pueblo. Parque que se construyó cuando el ayuntamiento compró parte de la finca (Huerta Grande). Y con ello recuperaba para el municipio uno de sus símbolos, asomada siempre tras las tapias de la huerta, majestuosa, debido a su tamaño gigante, poco habitual en la zona, un magnífico ejemplo de encina centenaria. Fue una pena que por diferentes circunstancias se secara, a pesar de distintas actuaciones, no se pudo frenar su deterioro, quedando ya sólo el gran tronco como testimonio.
Dos de Picas: La HUERTA GRANDE, una de las más importantes de La Zubia, por su extensión, por su relación con el agua de Corvales, por su historia,… pero sobretodo, por ser un jardín, un vergel junto al Parque de La Encina, que ha aguantado a la evolución urbanística y se mantiene congelado en el tiempo, con sus huertos, sus árboles y sus jardines. Además, como anécdota, Manuel de Falla, en la Huerta Grande, escribió sus últimas composiciones musicales antes del exilio, “Homenajes” e “Interpretaciones expresivas”.
Tres de Picas: CORVALILLOS, es uno de los sitios más emblemáticos de La Zubia. Sin duda alguna, no sólo por su entorno natural, sino más bien por su significación popular para los lugareños. Es un pequeño manantial de agua que sale de la piedra que suministraba al pueblo. Infraestructura que quedó en desuso hace muchísimos años, por eso, los zubienses oriundos del lugar, se enorgullecen de haber sido bautizados esta agua. Una tradición especial y bonita, recordada por los más mayores.
Cuatro de Picas: El CORTIJO BALZAÍN, es un cortijo del siglo XIX, con una importante aportación en 1929, la construcción de una gran casa imponente y señorial. Un cortijo ubicado en el corazón del Barranco de Corvales, en plena naturaleza, y que desde hace siglo y medio, se trabaja la agricultura en un entorno único. El paisaje de Granada desde sus eras es inigualable, la variedad de la fauna y la flora del entorno enriquecen este lugar, que actualmente sigue cumpliendo con su función, agrícola, pero que a su vez, se ha convertido en un complejo turístico rural y ecológico muy respetuoso con la naturaleza. Un exponente que nos permite conocer la agricultura en el monte de la Zubia, y la cantidad de cortijos existentes en la zona y que forman parte de la historia del municipio como Gil y López, Parejo, Corvales, El Hervidero (técnicamente no del término municipal aunque muy ligado al pueblo)…
Cinco de Picas: El BARRICHUELO es uno de los barrios de La Zubia más pintorescos, a la vez desconocidos. Es un barrio enclavado en mitad de la vega zubiense, donde la mayoría de sus habitantes se dedican a la agricultura. Y nos sirve de pretexto para hablar del papel económico de los cortijos en un entorno natural como la vega y que han dejado diferentes vestigios patrimoniales catalogados. Patrimonio bastante desconocido como son las casas y secaderos de los diferentes cortijos que salpican nuestra vega, alguno fechado desde finales del XVIII, aunque la mayoría del XIX, ejemplos varios como la Casa Muharra, o los Cortijos Colorín, Marín, Ventorillo del Clavo…



Seis de Picas: La FUENTE DEL “PIOJO”: También conocida como fuente del “Piejo”. Esta fuente está muy cerca del casco urbano. Este brote de agua, se encuentra en las proximidades del antiguo Camino Forestal, que daba acceso a cortijos como Parejo, el cortijo Charina, el cortijo Colinche o el cortijo Pansillevas. Por este hecho, la fuente del Piejo, era el lugar elegido para dar descanso a los animales en su subida hacia los viejos cortijos. Antiguamente, regaba alrededor de doce marjales del desaparecido cortijo Colinche. El agua que surge de las rocas, es recogida en una pequeña alberca, que se ha creado a su alrededor, un curioso refugio de vida natural, que proporcionaba con la sombra de sus árboles y el sonido relajante del agua un lugar perfecto para el disfrute de los zubienses y sus excursiones. Y sin duda, antesala de otras fuentes o manantiales por conocer, Hervidero, Cuesta Fornes, Corvalillos, Huenes Bajo…
Siete de Picas: El BARRANCO DE CORVALES contiene gran parte de sus hectáreas en pleno parque natural, y a su paso por el casco urbano divide en dos al municipio de La Zubia. Actualmente, la parte urbana está embovedada. Su nombre, posiblemente tenga origen en época romana, Cor Vallis, Corazón del Valle. El hecho de que el barranco de Corvales ascienda hasta los casi 1000 metros de altura, hace que su clima seco y su suelo calizo, sean perfectos para la explotación agrícola y ganadera, como así ocurre con los cortijos de la zona. Por supuesto, es el barranco más emblemático del pueblo… aunque merece la pena recordar el nombre de otros que de alguna manera y otra también tienen su valor patrimonial, tales como el de Cueva del Pinche, Cueva del Moro, Satajardas, del Picón, del Tomillo, la Negra, Hondo…). Y destacar sobre todo que en el corazón del mismo se halla la reserva biológica de Corvales, que presenta unos valores paisajísticos y medioambientales excepcionalmente importantes y diversos, siendo un buen ejemplo de compatibilidad entre el aprovechamiento humano y la conservación y mejora del entorno.
Ocho de Picas: La BOCA DE LA PESCÁ punto más alto de La Zubia, con 1518m de altitud. Es una modesta cumbre en las estribaciones occidentales de Sierra Nevada, a caballo entre el parque Natural y Nacional, justo en el vértice en el confluyen los límites de los términos municipales de La Zubia, Gójar y Dílar. Se compone de dos cumbres gemelas con pocos metros de diferencia en altura, cuya forma se asemeja a la boca abierta de un pez de donde toma el nombre. Sobre la más elevada se asienta una caseta de vigilancia con unas vistas espectaculares. Forma parte del paisaje del municipio, y su subida, es uno de los mayores atractivos para los senderistas que hay en el cinturón granadino.
Nueve de Picas: Los PINOS DEL CARRETERO es una zona de especial interés por su fabulosa flora. Un paraje entre barrancos, que da paso a los Prados del Abuelo, donde la flora, los cultivos y la fauna están siempre presentes. Decubrir las vistas del Barranco de Corvales una vez pasado por los senderos entre estos pinares, es otro atractivo para el viajero/a que busca estar en contacto con la naturaleza.
Diez de Picas: Si hay un lugar que merece tenerse en cuenta y ser conservado, es LA VEGA DE LA ZUBIA. Por varios motivos… En primer lugar, porque es un motor fundamental para la economía del municipio. La agricultura y en menor parte, la ganadería, pertenecen a la historia de La Zubia, y forman parte de lo que significa el carácter y la forma de ser del zubiense. En segundo lugar, el paisaje de la vega como anticipo al parque natural de Sierra Nevada, es único. La Zubia puede presumir de encontrarse enclavada entre dos patrimonios naturales de gran valor. Además, aún se encuentran restos de la pasada historia del municipio, imprescindibles para entender La Zubia, como las acequias, con más de 700 años, las albercas donde se cocía el cáñamo, pequeños acueductos, restos de alquerías árabes, yacimientos romanos o cerámicos,… Y por supuesto, tiene otro valor social, que es el de los caminos saludables para las personas del municipio. Recorrer los cientos de senderos y caminos entre los cultivos, con Sierra Nevada de fondo y la Alhambra al frente, hace de la vega de La Zubia, un lugar necesitado y querido por la población.
J de Picas: LOS PINARES de La Zubia. Forman parte de una gran repoblación hace unos 70 ó 80 años como solución a movimientos de tierra producidos por la lluvia. Actualmente, no nos podemos imaginar La Zubia sin su “mar de pinos”. Forman parte del municipio como un gran pulmón, parte imprescindible de su paisaje. Los tres tipos de pinos que conforman este espacio, halepensis, pineas o pinaster, conviven con la flora autóctona como los pequeños matorrales aromáticos, las encinas o diferentes especies florales.
Q de Picas: La CUEVA DEL MORO, es uno de los lugares más populares de La Zubia. Una cueva amplia, que además está documentada como yacimiento arqueológico de la Edad del Bronce, más concretamente del final del Bronce, de época argárica. Forma parte de un gran conjunto de cuevas (más pequeñas que esta) y abrigos, que parecen ser estar relacionadas como cuevas para enterramientos de dicha época (cueva del Gato, de la Paloma, de la Vieja, de los Tejones…).
K de Picas: El TREVENQUE es una montaña que alcanza los 2079 metros de altura y está considerado como el rey de la baja montaña nevadense. Aunque está en los límites territoriales del municipio vecino de Monachil, su entrada se realiza a través de La Zubia y es por ello que lo utilizaremos para dejar de manifiesto la condición de entrada sur al parque natural y nacional de Sierra Nevada, con todo lo que ello implica. Pico que constituye una imagen alpina inconfundible y que forma parte del paisaje de este municipio, y preside el resto de elementos que configuran el plano fotográfico más habitual del parque natural de La Zubia.

Hemos elegido como trasera para las cartas, una alfombra, hecha a mano, de la fábrica La Alpujarreña de La Zubia. En concreto, una alfombra de la Colección Clásica, realizada para una residencia privada de Berna (Suiza). Una fábrica que existe desde 1918, con más de 100 años de trabajo artesanal, y establecidos en La Zubia desde 1922. Actualmente, sus alfombras, son las únicas hechas a mano que se exportan fuera de España, llegando a gozar de gran prestigio en todo el mundo. En sus mejores momentos, trabajaron simultáneamente más de 370 mujeres, las famosas “telaras” de La Zubia. Por estas razones, y por formar parte del patrimonio cultural, artístico y social de La Zubia, como legado, junto con los alpargateros, de los oficios tradicionales de nuestro pueblo. Y también hay que decir, que la alfombra se asemeja a la parte trasera de la baraja original española y quedaba muy bien.